CONOCEMOS EL GOZO DEBIDO A JESÚS

David Wilkerson (1931-2011)

El salmista escribe acerca de un glorioso secreto para disfrutar de una vida plena y gozosa: “Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro” (Salmos 89:15). El significado en hebreo de este versículo sugiere: “Aquellos que tienen una revelación del sonido de gozo, se despertarán todos los días con paz, fortaleza y felicidad. Su vida estará llena del gozo del sol de la mañana”.

En resumen, el salmista nos está diciendo: “Hay un sonido certero, un sonido de gozo, que tiene un significado tan poderoso que es el fundamento mismo de la vida victoriosa. Si conoces y entiendes este sonido, serás transformado de gloria en gloria”.

“Todos los que conocen el significado del sonido de gozo se convierten en personas seguras de sí mismas, sin temor. Caminan por la vida con una sensación cada vez mayor de seguridad. Son capaces de vencer, incluso cuando son zarandeados por Satanás. ¡Sus corazones están firmes y en reposo, porque el Espíritu Santo les ha revelado el significado detrás del sonido de gozo!”

Entonces, ¿qué es este sonido de gozo? ¡Es el sonido del Jubileo! Tomaría demasiado tiempo explicar la historia del festival judío del Jubileo, pero se encuentra en Levítico 25 y es un estudio emocionante y liberador sobre las promesas, la provisión y la bendición de Dios.

El profeta Isaías declara que Jesucristo es nuestro Jubileo. Él escribe: “[El Señor] me ha enviado a ... publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová” (Isaías 61:1-2).

Isaías está usando el lenguaje del Jubileo aquí: “Que resuenen las trompetas, anunciando el año de júbilo y libertad que nuestro Salvador nos ha dado”. Este era el sonido de gozo que proclamó a toda la humanidad: “He hecho provisión para ti, para que salgas de la cárcel, para que seas restaurado a tu familia y para que tengas todo lo que necesitas para tener una vida plena. Eres libre de vivir sin temor a cualquier enemigo. ¡Entra ahora en mi gozo!”