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La Revelación que Da el Temor

Tim Dilena

Tengo un amigo que llegó a un punto en el que no sabía qué iba a pasar con su trabajo, ministerio o cualquier cosa que estaba a punto de suceder en su vida. Por esa época, me escribió y me dijo: “Mi esposa y yo estábamos en una reunión en la ciudad de Nueva York y esperaba que la reunión fuera diferente. Después, mi esposa y yo caminábamos hacia “Whole Foods”, justo en el centro de Manhattan”.

En el Desierto Arabe

David Wilkerson (1931-2011)

Si busco agradar al hombre, simplemente no puedo ser un siervo de Cristo. Si mi corazón está motivado por la aprobación de los demás, mis lealtades se dividirán y la fuerza impulsora detrás de mis acciones se confundirá. Siempre me esforzaré por complacer a alguien que no sea Jesús.

El que Cuida a los Pajarillos

David Wilkerson (1931-2011)

“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:32-33).

Enfrentando a los Leones

Jim Cymbala

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo” (1 Pedro 5:8-9).

La debilidad te dará simpatía en la tierra, pero no hace nada con Satanás. Él no tiene simpatía ni misericordia. Si caminas por ahí quejándote: “Oh, estoy tan débil, y no he leído la Biblia durante días, y nunca paso tiempo con Dios”, mejor te sería que llames a Satanás para que venga a buscarte.

Creciendo en Discernimiento y Fortaleza

Gary Wilkerson

Nunca estarás satisfecho o apasionado por Jesús si vives con este tipo de mezcla: “Quiero oír cosas de otras voces. La voz del mundo, la voz de la carne, la carnalidad, a mí mismo y luego un poco de la voz de Dios también”.

En el libro de 1 Samuel, vemos esta voluntad de vivir con mezcla en la vida del sacerdote Elí, tanto que sus ojos habían comenzado a oscurecerse (ver 1 Samuel 2:22-36). Él ya no podía ver lo que Dios estaba haciendo.

Las Armas Adecuadas para la Guerra

David Wilkerson (1931-2011)

“Mas Saúl estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl” (1 Samuel 18:12).

Satanás envidia y teme a la mayoría de los que han estado con Dios en oración y están decididos a ponerse de pie y luchar con fe. Satanás teme incluso a un pequeño ejército de aquellos que están ceñidos en la fe para una pelea. Él se acobarda frente a los que están de pie y dispuestos a resistir.

Debido a que él te teme, su estrategia es neutralizar tu espíritu de lucha.

Un Caminar Agradable con Cristo

David Wilkerson (1931-2011)

El apóstol Pablo enseñó a la iglesia de Colosas: “Por lo cual también nosotros… no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:9-10).

¿QUIÉN TE DIJO QUE ERES INDIGNO?

David Wilkerson (1931-2011)

Escuchar a la cruz en lugar del acusador

¿Quién te dijo que eres indigno, no suficientemente bueno, inútil o inservible para Dios? ¿Quién te sigue recordando que eres débil, indefenso o un fracaso total? ¿Quién te dijo que nunca estarás a la altura del estándar de Dios?

Todos sabemos de dónde viene esta voz. Es el mismo diablo. Escuchas sus mentiras durante todo el día, una voz diciendote que Dios está continuamente enojado contigo. Esa voz viene directamente de los pozos del infierno.

De Pie en Contra de los Carroñeros

David Wilkerson (1931-2011)

En Génesis 15, Dios hizo un glorioso acuerdo con Abraham. Él instruyó al patriarca a tomar una novilla, una cabra y un carnero y los cortara todos en dos. Entonces Abraham tomaría una tórtola y una paloma y las pondría en el suelo, cabeza con cabeza. Abraham hizo lo que se le ordenó; y mientras estas criaturas yacían sangrando, los buitres comenzaban a descender sobre los cadáveres.