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La Vida Detrás de la Luz

David Wilkerson (1931-2011)

“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Jesús fue y sigue siendo la luz del mundo. Juan dice que esta luz era producida por la vida que había en Cristo: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:4). En pocas palabras, la vida que Cristo poseía, era su fuente de luz para el mundo, y todos los que creyeron “tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). ¿Qué es la “vida detrás de la luz” de la que habla la Escritura?

El Fuego de Dios Sigue Ardiendo

David Wilkerson (1931-2011)

Lamentablemente, gran parte del cuerpo de Cristo en la actualidad se asemeja al valle de los huesos secos (ver Ezequiel 37:1-14). Es un desierto lleno de esqueletos blanqueados de cristianos caídos. Los ministros y otros creyentes devotos se han extinguido debido a un pecado asediante. Ahora están llenos de vergüenza, escondidos en cuevas que ellos mismos crearon. Al igual que Jeremías, se han convencido a ellos mismos: No me acordaré más de él [del Señor], ni hablaré más en su nombre” (Jeremías 20:9).

Vestidos del Poder de Cristo

Gary Wilkerson

Vestirnos de nuestro nuevo yo es realmente importante para los cristianos. Ello afectará la forma en que vivimos nuestras vidas. Afectará la forma en que recibimos el poder redentor de Jesucristo. Tiene un impacto en todos los aspectos de nuestras vidas. Vestirnos del nuevo yo es la manera de vivir esa nueva vida que Dios nos da.

Esto es fundamental porque muestra que ha tenido lugar un verdadero encuentro con Dios y ha comenzado la transformación de nuestros corazones. 

Viviendo Una Verdadera Transformación

Gary Wilkerson

Hay una lección importante a tener en cuenta en la historia de Noé. Los tigres entraron en el arca y no salieron siendo herbívoros. Su naturaleza no cambió por estar en el arca. Los animales se salvaron del diluvio. Es decir, sus vidas fueron preservadas durante un tiempo, pero su naturaleza no cambió. No fueron transformados. El tigre no se arrepintió de comerse a otros animales; se quedó como estaba.

La Luz de Dios lo Cambia Todo

Gary Wilkerson

“Por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba” (Juan 8:2).

La reputación de Jesús se había extendido por todas partes porque él pronunciaba palabras profundas y realizaba poderosas obras de Dios. Sin embargo, tan pronto como se reunió esta multitud de plebeyos, aparecieron los líderes religiosos.