¡CELEBRANDO EN PRESENCIA DE TU ENEMIGO!

David Wilkerson (1931-2011)

“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando” (Salmos 23:5).

De todas las promesas maravillosas que Dios nos da en este salmo, esta es una de las más gloriosas. Él dice que va a poner una mesa para nosotros, distribuirá comida maravillosa sobre ella y luego nos servirá un banquete. Y él hace todo esto frente a nuestros enemigos.

La palabra “mesa”, en este versículo, significa “esparcir”, una gran variedad de comida, una fiesta masiva. Y sólo hay un invitado en esta comida, ¡tú! Dios hace este trabajo maravilloso para cada individuo que ama a Jesús y se llama a sí mismo por su nombre.

A medida que Dios se prepara y sirve tu banquete, él hace que tus enemigos se sienten en el borde exterior de la escena y miren todo. Ellos ven al Señor mismo esparciendo tu mesa con comida, escoltándote a tu asiento y esperándote. Luego miran mientras llenas tu alma con las delicias del cielo. Te digo que ningún poder demoníaco, incluido el diablo mismo, podría comprender este tipo de amor, misericordia y gracia.

Jesús nos dice que el Padre hace esto por todos sus hijos: “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles” (Lucas 12:37).

Mientras vas disfrutando la comida gloriosa que Dios ha provisto para ti, el Señor se inclina y te susurra al oído: “No tienes que preocuparte por ninguno de estos enemigos. Ellos no pueden hacer nada contra ti”.

Con esta maravillosa seguridad en tu corazón, tú puedes cantar: “Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean … cantaré y entonaré alabanzas a Jehová” (Salmos 27:6).