¡LA ORACIÓN QUE EL MUNDO NUNCA ANTES CONOCIÓ!

David Wilkerson

Una vez oí a un misionero hablar de grandes avivamientos por todo el mundo. Era claro que, en cada caso, el “espíritu de oración” estaba ligado a la cosecha final. En Vietnam, China, Siberia, el Amazonas, África, el pueblo de Dios está orando con fuego y fervor, llorando y clamando a Dios, buscando Su rostro, tratando con el pecado y tornándose a la justicia.

No podemos fabricar este tipo de inclinación por la oración; es el resultado del espíritu de ruego. Nosotros hicimos un llamado a orar en la iglesia “Times Square” y experimentamos una pequeña muestra del derramamiento del Espíritu. De hecho, existe una medida de fuego y diligencia
en la oración en toda esta nación, pero aún no hemos experimentado el derramamiento del espíritu de ruego.

Dios me está mostrando que aún el deseo e inclinación para orar deben venir del Espíritu Santo. La respuesta se encuentra en Zacarías 10:1: “Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno”.

¡Debemos pedirle al Señor este espíritu de ruego! Él nos está diciendo en Zacarías: “Pide y te daré esta carga del cielo. Pero debes buscarlo de Mí”.

Es tiempo de comenzar a pedirle al Señor: “¡Oh, Dios, derrama tu Espíritu Santo sobre mí para que yo aprenda a orar! Abre las fuentes y ¡permíteme ser parte de tu cosecha final!”

Una vez que Su espíritu de ruego llueva sobre ti, te encontrarás orando, pidiendo santidad, rectitud, pureza. Intercederás por tus seres queridos que están perdidos y llorarás por este mundo agonizante. Pero tienes que pedirle al Espíritu Santo que lo haga en ti ¡y luego, confía en Él!