¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Podemos estar seguros de que Dios va a juzgar a los malvados, sin lugar a dudas, el día de pago está por venir. Cuando llegue ese momento, todos los burladores, los enemigos de Dios y los malvados serán llamados a rendir cuentas. Los libros se abrirán y cada acto vil se hará manifiesto, revelando todo lo que estos malvados hicieron contra la autoridad de Dios. Sus acciones serán juzgadas severamente y los malvados serán echados de la presencia de Dios eternamente.
Jesús aseguró a Sus discípulos: " ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?" (Lucas 18:7). Estaba diciendo: "Sí, Dios un día tratará con aquellos que se han burlado, han perseguido, han encarcelado y han matado a Su pueblo. El grito de la iglesia perseguida ha sido oído y Él les hará justicia rápidamente. Sin embargo, Jesús, entonces, pregunta en la frase siguiente: " Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?" (18:8).
La pregunta de Cristo al final de este pasaje indica Su mayor preocupación. Él está diciendo: "Cuando vuelva, voy a estar en busca de un pueblo que ha creído Mi promesa de volver por ellos. La cuestión es si esas personas estarán listas y esperándome. ¿Serán ser destetados de este mundo, anhelando que Yo los lleve a casa como Mi novia? ¿Estarán sin mancha o sucios con el espíritu de este siglo? ¿Llegaré para hallarlos clamando: 'Ven, Señor Jesús’?"
“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36).
Jesús no nos ha dado la fecha de Su venida, pero Él sí nos dijo cómo estará la sociedad en aquel momento. Él pasa a describir cómo será la conducta predominante de la humanidad para cuando Él regrese.
“Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (24:38-39).