¿Dónde Buscar Esperanza?
“Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:1-2).
Pablo describió a los discípulos lo que sucedería cuando Cristo regresara: “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (4:16-18).
Los estoicos antiguos creían que el mundo pasaba por períodos de tiempo fijos. En sus mentes, al final de cada período, el mundo era destruido por un gran incendio. Luego, la tierra era restaurada exactamente como había sido, de modo que las cosas comenzaban de nuevo y se reanudaban tal como lo habían hecho antes.
En otras palabras, la historia se repetía una y otra vez. Las mismas estrellas seguían en las mismas órbitas, y se volvían a vivir las mismas vidas, con los mismos amigos, las mismas inquietudes, las mismas vivencias. Todo era restaurado cada vez, no sólo una vez sino a perpetuidad. Los seres humanos estaban atados a un eterno espiral del que no había escapatoria.
Las palabras del apóstol Pedro van directamente en contra de este pensamiento cuando dijo que, de acuerdo con la promesa de Dios, los cristianos “esperamos… cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13). Además, dice que, si creemos en la Palabra de Dios, podemos saber que la historia corre hacia el día de la venida del Señor, cuando “los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán” (3:12).
Como seguidores de Cristo, no debemos dejarnos consumir por las noticias diarias o los eventos que tienen lugar en nuestras vidas, sino más bien por la venida de nuestro Redentor. Nuestro mundo ciertamente está en una gran confusión, pero Jesús dijo: “Verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:27-28). Él estaba hablando de dónde debería estar nuestro enfoque.
¡Jesús viene pronto, así que sigue mirando hacia arriba!