¿Es Irreprensible tu Corazón?
“Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes” (1 Tesalonicenses 2:10).
Pablo era un predicador efectivo que podía presentarse con valentía ante la gente y testificar: “Mis compañeros de trabajo y yo hemos vivido vidas irreprensibles delante de ustedes y de Dios. Nuestra conducta ha sido justa y pura. Siempre camino como si sus ojos estuvieran en mí y ustedes también son testigos de la forma en que vivo”. Él quería que cada creyente tuviera el mismo poder que él tenía para conducir a las personas a Dios a través de una vida irreprensible. Pero, ¿cómo puede alguien vivir irreprensiblemente; y qué caracteriza a tal vida?
- Un cristiano irreprensible es uno sin engaño en su corazón. Pablo afirmó que él no era un fraude, predicando una cosa y viviendo otra. Pero él también advirtió que ciertos hombres afirmaban ser apóstoles. “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos” (2 Corintios 11:13). Pablo dijo: “No se puede falsificar un andar irreprensible”.
- Un cristiano irreprensible vive una vida limpia. “Nuestra exhortación no procedió de un error ni de impureza” (1 Tesalonicenses 2:3). El énfasis de Pablo aquí está en la sensualidad, la lujuria. Él dice: “Nada impuro salió de mi boca. Mi conversación fue pura, surgió de un corazón limpio”. Alguien cuyo corazón ha sido limpiado no debe contar chistes sucios, hacer insinuaciones sexuales o tener ojos lividonozos.
- Un cristiano irreprensible no tiene engaño, lo que significa que no es engañoso ni manipulador. Un creyente honesto y abierto no tiene una agenda oculta. “Porque nunca usamos de palabras lisonjeras… ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros ni de otros” (1 Tesalonicenses 2:5-6).
Lo que distingue una caminar irreprensible es un deseo consumidor de honrar el nombre de Jesús ante todos los hombres. Tal cristiano preferiría morir antes que hacer o decir algo que traería oprobio al Señor. Aunque no es perfecto, está buscando la justicia de Cristo por fe.
Determina en tu corazón ser irreprensible ahora, ¡hoy! Deséalo con todo lo que hay en ti y pronto descubrirás el gran favor de Dios sobre tu vida. Tus palabras y acciones tendrán un impacto en los demás a medida que te enfoques totalmente en Jesús.