¿Estás Lleno de Valentía?
Con todo lo que se habla en la iglesia sobre la guerra espiritual, demasiados cristianos no han aprendido a resistir al enemigo. De hecho, pocos creyentes saben cómo ponerse de pie y luchar; convirtiéndose en verdaderas amenazas para el diablo.
El libro de Jueces nos dice: “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años” (Jueces 6:1). Todos los años, en la época de la cosecha, los madianitas se trasladaban a la tierra de Israel con miles de camellos, ovejas y ganado que comían todo lo que estaba la vista, dejando a Israel completamente empobrecido. Estos eran conducidos a vivir en cuevas oscuras y guaridas húmedas, hambrientos, asustados e indefensos. ¡Entonces algo sucedió! Después de siete años de esto, los israelitas clamaron al Señor (6:6-7).
Un hombre llamado Gedeón estaba cansado y exasperado ante la situación. El ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente” (Jueces 6:12). Gedeón le preguntó a este ángel: “Bueno, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sucedido todo esto? ¿Cuánto tiempo más deberíamos soportarlo? Nos han dicho que tenemos un Dios que se movió en favor de nuestros padres, pero míranos; indefensos, viviendo en constante temor”. El ángel dijo: “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a [el enemigo]” (6:16).
Gedeón reunió a su ejército, pero Dios hizo una extraña petición: “Envía a casa a todo soldado que tenga miedo” (7:3). En otras palabras, Dios le dijo a Gedeón: “¡Debo tener hombres de fe y valor! Todos los demás deben orar hasta que desarrollen una columna vertebral”. Eso debilitó considerablemente al ejército. Aún así, antes de que todo acabara, Gedeón contaba con un ejército de luchadores fuertes, enfocados y decididos.
La Escritura nos ordenan levantarnos, ser fuertes y luchar: “Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente y esforzaos” (1 Corintios 16:13). Jesús nos ha prometido: “Yo estoy con vosotros todos los días” (Mateo 28:20). Hoy, Dios está buscando creyentes que peleen sus propias batallas con fe y coraje. Él te dice: “¿Por qué temes? Puedes confiar en que yo te daré la victoria. Eres más fuerte de lo que piensas y, recuerda, yo siempre estoy contigo".