¿POR QUÉ LOS PERDONADOS MALTRATAN A SUS HERMANOS?
“Si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6:15-16). Jesús nos perdonó por su bondad y misericordia y, de igual manera, él dice que debemos ser amorosos y misericordiosos con nuestros hermanos y hermanas.
Pablo se refiere al mandamiento de Jesús, cuando dice: “De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Colosenses 3:13). Luego expone cómo seguimos la obediencia a este mandamiento: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro … Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto” (3:12-14).
¿Qué significa “soportándoos unos a otros”? La palabra griega significa “aguantar, tolerar”. Esto sugiere soportar cosas que no nos gustan. Se nos dice que toleremos las fallas de los demás, que aguantemos maneras que no entendemos.
En una conferencia en el extranjero en la que tenía programado hablar, varios ministros prominentes me advirtieron que no cooperara con un ministro en particular, afirmando que éste estaba metido en un culto extraño y en otras cosas que consideraban insensatas. Sin embargo, cuando conocí a ese pastor, vi a Cristo en él; él era un hombre de oración amable, amoroso y cariñoso. Me di cuenta de que estos ministros se negaban a “soportar” a un hermano en Cristo simplemente porque tenían diferencias de estilo.
¿Por qué los siervos de Dios, a quienes se les ha perdonado tanto personalmente, maltratan a sus hermanos y se niegan a tener comunión con ellos? Creo que se puede remontar a una lucha para comprender y aceptar la misericordia y la bondad de Dios, una trampa en la que todos podemos caer si no tenemos cuidado. Debemos buscar diligentemente confiar en el Señor para tener paciencia, misericordia y amor hacia los demás.