En 1987, Dios puso una carga en el corazón de David Wilkerson y él fundó la Iglesia “Times Square”. El Señor le dijo, "Te estoy enviando a la ciudad de Nueva York para reunir un remanente. [En otras palabras, aquellos que desean un caminar sincero con Dios a través de Jesucristo]. Quiero que adviertas a la ciudad que el juicio viene”.
El Señor le dio al Pastor David la visión de mil fuegos ardiendo en la ciudad de Nueva York. Dijo que se trataba de disturbios raciales que afectarían no sólo a la ciudad de Nueva York sino a muchas ciudades importantes de todo el país. Al mirar a nuestra sociedad, es fácil concluir que aquellos mismos días podrían estar comenzando en nuestro medio.
Debido a que estábamos dispuestos a recibir la advertencia, hemos podido interceder en oración. Hemos orado para que haya mil fuegos de avivamiento, ardiendo en esta ciudad antes de que lleguen esos otros días: un millar de iglesias cuyas puertas no se cierren, para que la gente pueda entrar y buscar a Dios. Esta ha sido nuestra oración porque la Biblia nos dice que la misericordia triunfa sobre el juicio. No significa que el juicio no venga, sino que la misericordia le quita su finalidad cuando hombres y mujeres encuentran a Cristo como su Salvador.
Vemos en la Biblia que incluso en los días de la Iglesia primitiva, el Señor fue fiel para advertir a su pueblo cuando el sufrimiento estaba en el horizonte. Por ejemplo, en el libro de Hechos dice: “En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos…daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio” (Hechos 11:27-28).
¿Cómo respondió la iglesia primitiva? “Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea” (Hechos 11:29). Algo en sus corazones testificó la palabra de advertencia, así que se movieron para hacer preparativos para ellos mismos y para otros que estuvieran en necesidad.
Carter Conlon se unió al equipo pastoral de la Iglesia Times Square en 1994, por invitación del pastor fundador David Wilkerson, y fue nombrado para el cargo de Pastor Principal en 2001.