ESPERANDO UN DÍA GLORIOSO
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:1-2).
Muchos de nosotros nos hemos mudado varias veces a lo largo de nuestra vida, pero una vez que lleguemos al cielo, nunca más tendremos que mudarnos. Jesús nos dice que ha ido a preparar un lugar para nosotros y que es un hogar permanente. Una mujer cristiana preguntó: “Si hay innumerables multitudes en el cielo, ¿cómo podría Dios hacer una habitación para todos? ¿Cómo podría haber espacio suficiente para tantas habitaciones?”
Consideremos las palabras de Jesús sobre el tema: “Voy a preparar lugar para vosotros”. Estas palabras deberían significar algo para nosotros. Algunos eruditos de la Biblia interpretan el significado de Jesús aquí como “muchas moradas”. Eso puede ser exacto o no, pero lo que sí sé con certeza es que, si Jesús lo está preparando, ¡podemos estar seguros de que será algo glorioso!
Mientras imaginas el lugar que nuestro Señor está preparando para ti, no te imagines edificios de ladrillo ni nada de eso. Más bien, sus habitaciones son de otro reino por completo. Como seres humanos limitados, no podemos concebir un reino en el que el cuerpo atraviesa todas las sustancias materiales sin obstáculos. (Jesús hizo esto después de su resurrección, y dice que en el cielo nuestros cuerpos glorificados serán como el suyo). Este es un reino que ningún científico ha descubierto, uno muy diferente de cualquier cosa que podamos comprender.
El punto más importante que Jesús hace sobre el cielo es: “¡Este es tu hogar! Vas a vivir eternamente donde yo vivo”. “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (14:3). En pocas palabras, hay un hogar en la eternidad para cada uno de nosotros. Jesús dijo en esencia: “Cuando llegue ese día, cuando estés aquí conmigo, te mostraré personalmente lo que he construido para ti”. ¡De verdad, eso será glorioso!