LA SANGRE DEL CORDERO TIENE PODER
Jesús vino como un sacrificio de sangre; y la sangre de este Cordero tiene poder. Poder para limpiar, poder para sanar, y millones de millones de personas alrededor del mundo han experimentado la gloria y el poder de esta sangre purificadora de Jesucristo.
Servimos al Cordero vivo de Dios que quita los pecados del mundo.
Pídele al Espíritu Santo que venga y hable a tu corazón con esa voz suave y apacible. Si tú no conoces a Cristo, de eso se trata la Semana Santa. Quiero que des un paso como lo hizo el hijo pródigo: él caminó de regreso al padre.
En primer lugar, quiero que sepas que no hay pecado que alguien haya cometido que sea tan horrible o tan perverso que no pueda ser perdonado. Dios no rechaza a nadie. En segundo lugar, te pido: Una vez que hayas confesado tus pecados y hayas creído en el poder purificador de la sangre de Jesucristo, no vuelvas a éstos. Entrégalos y no permitas que el diablo te persiga con éstos porque esos pecados están bajo la sangre de Cristo.
Algunos de ustedes viven en condenación. Viven en temor. Cree que este cordero fue inmolado por ti; y tu pecado fue puesto sobre su hombro. Él cargó con tu pecado y pagó el precio por ello; y no hay nada que puedas hacer para lograrlo por ti mismo. Así que, ahora mismo, simplemente ríndelo. Luego, cuando estos pensamientos regresen para acosarte, di: “Jesús es mi justicia. Cristo es mi justicia. Cristo es mi justicia”.
Cuando Satanás venga y te mienta, cuando te diga que todavía tienes un demonio dentro o lo que sea que diga. Ahora mismo, sólo responde: “Cristo es mi justicia”.
Dilo ahora mismo. “Cristo es mi justicia”.
Gloria a Dios. Él es nuestra justicia. Nos merecíamos el infierno y él nos dio el cielo porque confiamos en él.
Quiero que permitas que el Espíritu Santo hable a tu corazón si te has alejado de él y quieres volver a su amor y gracia en esta Semana Santa. La Biblia dice: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. Yo lo creo. Lo creo con todo mi corazón.