“¡NO TEMAS!”

David Wilkerson (1931-2011)

Dios nos ordena que no temamos a nuestros enemigos. “No tengas temor de ellas” (Deuteronomio 7:18). Para Israel, “ellas” representaban a las naciones paganas, masivamente bien armadas que ellos enfrentaban en la Tierra Prometida. Para nosotros hoy, “ellas” representan todas las preocupaciones, los problemas y las dificultades abrumadoras que enfrentamos en la vida.

Dios dice que no debemos temer, por lo que no se necesita ninguna otra explicación. Dios es todopoderoso y conoce las fortalezas satánicas que enfrentamos: cada trampa, prueba y tentación. Pero, aun así, él dice: “¡No debes temer a ninguna de ellas!”

Dios le dijo a Abraham, un hombre que vivía en un país extraño y rodeado de poderosos reyes, que no temiera. Abraham no tenía idea de dónde acabaría él, pero Dios prometió ser su escudo y su gran galardón (Génesis 15:1). Dios le estaba diciendo a Abraham: “Vas a enfrentar dificultades, pero yo te protegeré de todas ellas”. Y Abraham respondió creyendo la palabra de Dios para él: “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (15:6)

Esta misma palabra vino al hijo de Abraham, Isaac. Él también vivió en un ambiente hostil, rodeado de filisteos que lo aborrecían y lo hostigaban. Lo querían fuera de su tierra y las Escrituras dicen que los filisteos llenaban los pozos que Abraham había cavado y dejado para Isaac (ver Génesis 26:15). Isaac sintió el conflicto toda su vida y debió haber pensado a veces: “Dios, ¿por qué me has plantado aquí?” Pero Dios dijo: “No temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia” (26:24).

También somos hijos de Abraham y Dios nos hace la misma promesa que le hizo a Abraham y a su descendencia: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29). Nuestro padre celestial ve cada paso de nuestras vidas y, a pesar de todas nuestras crisis y dificultades, nos ordena una y otra vez en las Escrituras: “¡No temas!”