“TÚ ME HAS CONOCIDO”
Dios nos está preguntando: “¿Verdaderamente crees que yo veo exactamente lo que estás soportando ahora mismo?”
Quizás mientras lees este mensaje, estás atravesando algo que requiere que él obre a tu favor. La naturaleza misma de tu problema exige una respuesta.
¿Crees que Dios monitorea cada movimiento tuyo, como lo hace un padre con su hijo pequeño? ¿Crees que él está obrando como un Padre amoroso, cuidadoso, embotellando cada lágrima, oyendo cada suspiro, cubriéndote con sus alas?
¡Ésta es exactamente la forma como la Biblia lo describe! “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos...Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias” (Salmos 34:15,17).
“Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen” (Salmos 103:13).
La palabra hebrea “compadecer” aquí significa “acariciar, amar, ser compasivo”. La Escritura dice que el Señor acaricia con sus brazos a aquellos que le temen (creen). Y él te dice: “Yo conozco todos tus pensamientos, todas tus preocupaciones. Yo conozco cada batalla que vas a enfrentar. Y yo te cuido en todas ellas”.
David escribió un famoso pasaje sobre este mismo asunto: “Oh Jehová, tú me has…conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda” (Salmos 139:1-4).
“¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena” (139:17-18).
David está diciendo: “Dios conoce todo sobre mí. Él ve cada uno de mis movimientos, incluso mis pensamientos. Dondequiera que yo vaya, ¡allí está él!”