Cautivados por el Amor de Jesús
“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (Efesios 1:1-2) . Pablo era el elegido por Dios, llamado de la vida que estaba viviendo y convertido en alguien diferente. Al dirigirse a los santos aquí, él entra en una bendición prolongada, hablando todo lo que está en su corazón con respecto a la grandeza y la bondad de Jesús (ver versículos 3-14).
Aunque Pablo era un hombre erudito, él no estaba tratando de impresionar a nadie con su conocimiento, como a veces hacen los teólogos. Él estaba expresando el clamor de su corazón, su profunda pasión por Dios y lo que Dios había hecho por él. ¡Y estaba glorificando al Padre!
En Hechos 9, el relato del milagro que Dios hizo en la vida de Pablo nos da una idea de porqué él exaltaba a Cristo con tanta pasión, pureza y fervor. Esto no era mera teología para él, no era una doctrina seca para ser debatida, sino que era una realidad, algo que Jesús logró en él personalmente. Justo cuando Pablo estaba convencido de que estaba haciendo la obra de Dios al haberse entregado por completo a su antigua forma de creencia: respirando amenazas de su corazón venenoso contra los discípulos de Cristo, ahora él estaba completamente cambiado, comprometido y cautivado por el amor de Jesús, su redentor.
Pablo se había llenado de orgullo cuando Jesús intervino y cambió la estructura misma de quién era. La luz del cielo lo cegó mientras aún respiraba amenazas contra los seguidores de Cristo, y fue derribado al suelo, ciego. Él salió de ese encuentro divino lleno de un testimonio electrizante del amor y la gracia irresistibles de Jesucristo.
Pablo dice: “Gracia y paz a vosotros, de Dios”. ¿Tu vida se ha vuelto del revés y ha comenzado un nuevo curso? ¿Has experimentado la gracia y la paz de Dios en tu vida? ¡Qué maravilloso es saber que es un regalo gratuito de tu padre y es tuyo, para que lo tomes a través de Jesucristo!