COMPLETAMENTE ENTREGADOS A JESÚS

David Wilkerson (1931-2011)

El Señor le dijo a Pedro: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24).

Claramente, pertenecer a la iglesia de Jesús significa más que simplemente creer en él. Muchos cristianos hoy en día “votan por Jesús”, pero luego se alejan y olvidan todo acerca de su señorío sobre sus vidas. Nuestro Señor deja claro que pertenecer a él implica vivir una vida de negación propia y de tomar una cruz. “El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí” (Mateo 10:38).

Jesús está diciendo: “Si estás en mi iglesia, entonces prepárate para ser perseguido y ridiculizado, si tienes hambre y sed de mí. Y prepárate para negarte a toda fama, aceptación y búsqueda de placer mundano”. El hecho es que la iglesia de Cristo nunca ha sido aceptada por el mundo y nunca lo será. La gente se sentirá incómoda contigo y querrá alejarse de tu compañía. “Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen … por causa del Hijo del Hombre” (Lucas 6:22).

Jesús nos muestra el camino que lleva al verdadero cumplimiento: “El que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mateo 16:25). En otras palabras, la única forma de hallarle sentido a la vida es estar completamente entregados a Jesús. Entonces hallarás el verdadero gozo, paz y satisfacción. Cristo nos dice: “Cuando vienes a mí, debes morir a ti mismo, a toda ambición y ego impíos. ¡Por la fe serás enterrado conmigo, pero yo te resucitaré a una nueva vida!

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Sólo las palabras de Jesús pueden producir vida y debemos consumirlas como lo haríamos con la comida y la bebida, leyendo diariamente la Palabra de Dios y pasando tiempo en su presencia.