Cristo en una Familia Saludable
Mientras enseño la Biblia, me sorprende constantemente su relevancia para los desafíos de nuestra familia en el siglo XXI. Después de todo, la Biblia es el único libro antiguo donde el autor aún vive. Mi fe y mi confianza se fortalecen a través de las luchas y pruebas que atravesamos en la familia de Dios porque “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican” (Salmos 127:1) y “Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos” (Salmos 128:1).
El salmista enseñó sobre las muchas promesas y bendiciones que reciben los que edifican con Dios. Yo tengo estas experiencias en mi casa y les puedo asegurar que son reales.
- Habrá gozo y felicidad dentro de la casa (ver Salmos 128:1).
- La familia disfrutará del trabajo de sus manos. Prosperarán y serán bendecidos por Dios (ver Salmos 128:2).
- La esposa, la madre, florecerá en la casa (ver Salmos 128:3).
- Los niños estarán firmes y arraigados en los valores cristianos; y eso hará la diferencia en sus vidas; habrá unidad alrededor de tu mesa (ver Salmos 128:3).
- Estarás en paz a pesar de las tormentas en cada época de tu vida, de generación en generación. No te sentirás confundido cuando tengas que enfrentarte a los enemigos que están a las puertas de la casa (ver Salmos 128:5-6).
Por supuesto, esto no significa que nuestras familias serán perfectas. Incluso los padres de Jesús no eran perfectos. ¿Recuerdas ese momento con el viaje de la familia a Jerusalén? Jesús no tenía más de 12 años y sus padres simplemente lo olvidaron en el templo.
Imagínate la discusión entre papá y mamá en la caravana familiar que regresaba a casa. A pesar de haber sido dejado atrás accidentalmente, Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracias para con el Señor y los hombres (ver Lucas 2:52). Al Jesús crecer en sabiduría, la familia crecía emocionalmente, en sus relaciones y en espiritualidad.
Aunque los padres de Jesús no eran perfectos, la Biblia nos muestra el modelo de una familia extraordinaria; y tiene este poderoso recordatorio y aliento para todos nosotros: Una familia fuerte no es una familia perfecta. Más bien, es una familia que crece.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.