CRISTO SIGUE SIENDO EL REY
Dios el Padre entronó a Cristo como rey sobre todas las naciones y toda la naturaleza, y como Señor sobre la iglesia. El apóstol Pablo escribe que cuando Jesús venga de nuevo, “a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores” (1 Timoteo 6:15).
Pablo está diciendo que no importa cómo se vean las cosas por fuera, la verdad es que Dios ha puesto todas las cosas bajo los pies de Jesús y él sigue siendo el rey de todo. Todo puede parecer fuera de control y puede parecer que el diablo ha tomado el poder, pero no es verdad. Sin embargo, a nuestro alrededor hoy, vemos cómo nuestra sociedad y gobierno destronan a Cristo, negándose a reconocer su autoridad y su señorío. Hemos estado eliminando a Dios de nuestras escuelas y tribunales e ignorándolo en la elaboración de nuestras leyes. Y ahora estamos cosechando una terrible cosecha.
Tristemente, mi preocupación va más allá del rechazo de América a la autoridad de Jesús. Yo veo que el problema dentro de la Iglesia es mucho más trágico. Se entiende que personas impías quieran destronar a Cristo; ellos se han burlado de él y han ridiculizado su nombre desde el día en que nacieron. Pero cómo debe entristecer a Dios ver a Cristo destronado por aquellos que son llamados por su nombre.
Lenta, pero firmemente, muchos cristianos, iglesias y ministerios están rechazando el consejo del Señor. Ya no se apoyan por completo en su señorío. En lugar de ello, están recurriendo a la sabiduría del mundo, a prácticas hechas por el hombre. He observado alarmado cómo la iglesia ha entronado gradualmente la sabiduría del mundo. Jesús ya no es la fuente y el poder detrás del pueblo de Dios.
Déjame preguntarte personalmente: ¿Has eliminado a Cristo como rey de tu corazón? Te ruego que pongas a Cristo en el trono de tu corazón hoy, ¡y vivas!
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra” (Salmos 121:1-2).