Cuando el Mundo se Amotina
En los días de la iglesia primitiva, esto es lo que dijo el cuerpo de creyentes: “Y ellos… alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor… que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo” (Hechos 4:24-26).
La iglesia en ese entonces no hablaba de personas que simplemente se sentían un poco descontentas con la filosofía cristiana y la cosmovisión cristiana. Hoy estamos comenzando a ver un movimiento similar hacia la rabia y el intenso antagonismo hacia la fe cristiana.
Sin embargo, estos individuos conspiran en vano. Eso nos da esperanza, ¿no? Esto es parte de lo que el Señor está diciendo en Isaías: “He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová” (Isaías 54:16-17).
Las conspiraciones del hombre, las perturbaciones, la ferocidad que podría venir contra nosotros incluso en los últimos tiempos, son en vano. Nuestro enemigo está forjando estos tormentos en un horno de fuego, pero la Biblia nos dice que el diablo y la gente que él maneja conspiran en vano; sus armas no tendrán ningún efecto.
Cuando estás siendo probado, cuando el enemigo viene como un río, ¿qué sucede? Cuando las personas o el diablo vienen contra ti, realmente vienen contra el Señor mismo y contra su ungido. ¡Dios levanta un estandarte contra este ataque para su propia gloria y como testimonio de su bondad en la vida de sus hijos!
Él te ha ungido. Si eres un seguidor de Jesucristo, se te ha dado una unción. Se te ha dado gracia. Se te ha dado poder.