Dónde Mirar Cuando Surge el Miedo
A medida que los cristianos de la época de Pablo sentían que se acercaba la destrucción de Jerusalén, querían saber más sobre los eventos proféticos. Tenían miedo de los rumores sobre la crueldad de los ejércitos invasores que llevaban cautivas a multitudes a la esclavitud. Esto hizo que estos creyentes sintieran que se acercaban tiempos peligrosos. Ellos le pidieron a Pablo que les dijera más sobre lo que vendría y cómo leer los tiempos.
Pablo respondió con estas palabras de seguridad: “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:1-2).
En lugar de concentrarse en tratar de predecir el futuro, Pablo los instó a que se sintieran animados por lo que sucedería cuando Cristo regresara. “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:16-18).
Básicamente, Pablo estaba diciendo: “No hay necesidad de que se preocupen demasiado por todas las terribles señales y calamidades. Ustedes saben bien de qué se trata esto. Todo indica la venida del Señor Jesús para llevarse a su pueblo”.
La verdad es que la historia va a un lugar. Podemos estar seguros de que la rápida corriente de acontecimientos que se está desarrollando hoy nos está llevando hacia el propósito eterno de Dios. El mundo no está a la deriva; el Señor no ha abandonado la tierra, no importa cuán malvada e infiel se haya vuelto la humanidad. Más bien, Dios simplemente ha acelerado el paso. Lo que estamos viendo ahora es un rápido movimiento de eventos hacia el “único evento divino” que se avecina: la recreación de un cielo y una tierra nuevos donde Cristo reinará supremo por toda la eternidad.
Como seguidores de Cristo, nuestro enfoque no debe estar en las noticias diarias. No debemos detenernos en guerras y rumores de guerra. Cuando Jesús dijo: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:28). Él nos dice dónde debería estar nuestro enfoque.