DEL LUGAR SECRETO DE ORACIÓN AL FOSO DE LOS LEONES

David Wilkerson (1931-2011)

La Biblia muestra un patrón en la vida en todo el pueblo de Dios. Caso tras caso, cuando Dios comenzaba a cumplir sus promesas, el techo parecía ceder.

Piensa en Daniel, un joven apuesto y talentoso que fue elegido para servir en el palacio del rey (ver Daniel 1:3-6). Él se comprometió a una vida de santidad y separación del mundo y fue promovido debido a su excelencia. “Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino” (Daniel 6:3). Pero hombres torcidos se pusieron celosos e idearon un plan para destruir a Daniel, lo que provocó que fuera arrojado a un foso de leones. ¡Dios intervino y liberó a su siervo cerrando las bocas de los leones!

Piensa en Sadrac, Mesac y Abed-nego, tres jóvenes excepcionales que fueron llevados al palacio del rey, donde se les hizo líderes en el gobierno. Sin embargo, cuando el rey ordenó que todos se inclinaran ante su falso dios, se negaron e inmediatamente fueron atados y arrojados al horno de fuego que estaba preparado para ellos. ¡Todos parecían estar perdidos hasta que el Hijo de Dios apareció en el fuego y los libró!

Y piensa en Elías. Dios le dio la gloriosa promesa de un despertar espiritual en la tierra, de una lluvia abundante y un nuevo día de victoria para el pueblo de Dios. El malvado Acab y Jezabel debían ser derrocados y la paz debía gobernar el reino. Pero Jezabel amenazó la vida de Elías, los profetas de Dios fueron asesinados y la tierra continuó en maldad y sequía. Elías se sintió solo y confundido antes de que se cumpliera la promesa. Lee esto relato en 1 Reyes 18 y 19.

No te dejes disuadir por las circunstancias adversas y confusas en tu vida. Uno no va directamente del lugar secreto de oración a la victoria en la cima de la montaña. Puede que tengas que ir al foso de los leones, al horno de fuego o al valle de la confusión. ¡Pero no te desesperes! Dios es soberano y el Pastor sigue guiando. Tu sufrimiento y confusión darán paso a una fe que nunca fallará, una fe que ha sido probada, como el oro, en el fuego de la adversidad.