Derribando Dos Mentiras del Enemigo
Incluso es parte de tus mayores responsabilidades hacia su familia. Dios te llama a crecer personalmente porque es imposible ayudar a tus hijos a crecer si, como padre, tú no estás creciendo.
Desde el principio, tenemos la tendencia a favorecer o descuidar ciertas áreas del conocimiento de acuerdo con nuestro trasfondo, personalidad y vida. Por tanto, debemos pedirle a Dios que nos ayude a hallar y mantener una personalidad equilibrada, a fin de guiar a los miembros de nuestra familia en su crecimiento.
Sin embargo, me gustaría señalar dos mentiras terribles que el enemigo de nuestra alma utiliza para asfixiarnos y frenar nuestro crecimiento y el de nuestra familia.
Juntos, tenemos que exponerlas y derribarlas para liberarnos y mantener la esperanza en nuestra familia. La primera es: “Es demasiado tarde”, en la que terminas convenciéndote de que nada puede cambiar en una situación en particular. Es un peligro, una tentación y una mentira que nos impulsa a rendirnos en nuestras relaciones y espiritualidad.
La segunda mentira es: “No necesito cambiar”. Ésta se arraiga en nuestro orgullo y nos convence de que son los demás los que deben cambiar.
Yo no puedo ayudar a mi cónyuge a crecer si yo no crezco. Con Jesús, estoy llamado a crecer en cuatro esferas:
- En sabiduría, ya sea intelectualmente, de acuerdo con mi educación, mi conocimiento y aprendizaje, mi madurez.
- En estatura, ya sea adoptando buenos hábitos de vida o físicamente en un estilo de vida saludable.
- En favor para con todos los hombres, mi desarrollo social en cuanto a habilidades interpersonales.
- En favor ante Dios, espiritualmente al nutrir nuestro conocimiento personal de Dios, de su Palabra, de su naturaleza, de sus promesas y de sus planes.
Hoy, tu familia necesita escucharte decir: “Señor, sigue cambiándome. Te confieso mi orgullo. Aún necesito cambiar. Me presento humildemente ante ti y te pido que me moldees a la imagen de tu hijo, Jesús. Quiero crecer en ti y ser usado por ti para inspirar y ayudar a cada miembro de mi familia a crecer en ti”.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.