¿Estás Reedificando o Destruyendo?

Nehemías era un pastor de Israel, un líder y un restaurador que había llevado a Israel de regreso a Jerusalén, donde comenzaron a reconstruir los muros que habían sido destruidos. Nehemías salió de Jerusalén para visitar al rey de Persia, y cuando regresó, dijo: “En aquellos días vi…” (Nehemías 13:15) 

Cuando Nehemías regresó a la ciudad, vio a los hijos de Israel haciendo exactamente las mismas cosas que sus padres habían hecho y que los habían llevado al exilio y a la esclavitud en primer lugar. Habían sido liberados y estaban reconstruyendo su ciudad natal, pero una vez más, estaban practicando las cosas que habían causado que los muros fueran derribados.

¿Tiene eso algún sentido? Estaban reconstruyendo, pero estaban practicando los mismos pecados que habían causado la caída de los muros. Por un lado, estaban reconstruyendo la ciudad; por el otro, la estaban destruyendo. Por un lado, estaban edificando sus vidas; por el otro, estaban destruyendo sus vidas.

¡Así es con muchos de nosotros hoy! Venimos al altar y clamamos a Jesús, pero también practicamos los mismos pecados de siempre. Oramos, leemos las Escrituras y vamos a la iglesia, pero aún vamos a bares y clubes, vemos pornografía y transigimos en nuestras vidas. Por un lado, glorificamos a Dios; y por el otro, vivimos las prácticas del mundo.

Los israelitas estaban volviendo a sus viejos patrones. Estaban construyendo algo nuevo, pero algo viejo todavía estaba en ellos. Se ha dicho que, bajo el liderazgo de Moisés, los hijos de Israel salieron de Egipto, pero algo de Egipto todavía estaba en ellos (ver Hechos 7:39). Algunos de nosotros estamos siendo liberados de las cosas del mundo, pero algo del mundo todavía está en nosotros.

Dios quiere que lleguemos a un lugar de humildad y arrepentimiento. ¡Él quiere que siempre estemos en un camino de victoria, un camino de conquistar al enemigo!