Aprendiendo de las Dificultades

David Wilkerson (1931-2011)

En el Salmo 18, David escribió: “En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos… Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas. Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo. Me asaltaron en el día de mi quebranto, mas Jehová fue mi apoyo. Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí” (Salmos 18:6, 16-19).

Querido santo, ten la seguridad de que si estás afligido es porque Dios se deleita en ti. “Porque el Señor al que ama, disciplina” (Hebreos 12:6). Tus aflicciones son una muestra de su amor. Recuerda, todo lo que estás padeciendo en este momento pasará.

Hace poco leí en uno de mis diarios un pasaje que había escrito mientras atravesaba una gran prueba. Tres meses de anotaciones terminaban todas con la misma frase: “Oh, Dios, ¿cuándo terminará esta pesadilla?”. Finalmente, varias páginas después aparecieron estas palabras en letras enormes: “SE ACABÓ. ¡ÉL HA LIBERADO!”.

Al reflexionar sobre mis pruebas pasadas, puedo decir con sinceridad que he aprendido más de mis aflicciones que de mis buenos tiempos. La prosperidad no nos enseña, pero las dificultades sí. El humanitario Albert Schweitzer dijo: “La felicidad es tener buena salud y mala memoria”. No, la felicidad es recordar todas las formas en que Dios nos ha ayudado a salir adelante.

Amado, ¿cómo estás reaccionando ante tus aflicciones? ¿Las estás desperdiciando, volviéndote escéptico y quejoso, o estás fortaleciendo tu fe, sabiendo que tu Dios te libera?

Solo hay una manera de soportar tus problemas actuales. Recuerda que tu Padre celestial se deleita en ti. Él tiene un plan en marcha, lo cual es una gran inversión en ti. “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Recuerda, tu Padre te está preparando para ser un veterano de la guerra espiritual y un ejemplo de fe y confianza para esta generación.