El Panorama General de la Obra de Dios

Gary Wilkerson

Un versículo muy popular entre muchos cristianos es: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). La palabra que realmente noté es 'ayudan' porque si pensamos que todas las cosas en nuestras vidas ayudarán para nuestro propio bien, nos desanimaremos y decepcionaremos.

Sin embargo, el versículo dice: “Todas las cosas les ayudan…” Ese verbo “ayudar” es poderoso porque pueden suceder eventos problemáticos y las cosas no se vean bien, pero esas pruebas vienen junto con lo que Dios está haciendo. Él está cubriendo nuestra situación, redimiéndola y transformándola. Cuando miras el panorama general y tomas todo en tu vida y en las vidas de otras personas, Dios siempre hace que el sufrimiento obre para bien.

Escucha esta historia de un joven pastor. Él escribió: “Los últimos 12 años han sido una larga temporada de pruebas y dolor para mí y mi familia. Nunca imaginé que mis años universitarios incluirían el cuidado de mi madre enferma y sentarme junto a su cama mientras Dios la llevaba a casa. Nunca imaginé que mi esposa y yo celebraríamos nuestro primer aniversario en el hospital al lado de la cama de nuestro hijo que nació prematuramente con Síndrome de Down y una enfermedad cardíaca compleja”.

“Nunca imaginé cuidar a un hijo que pasaría por más de 20 cirugías, incluidos cinco procedimientos a corazón abierto. Nunca imaginé que podría sentir tanta tristeza y dolor como padre al ver a mi precioso hijo luchar por estar rodeado de personas, luchar por comunicarse, comer, jugar, dormir, procesar el mundo que lo rodea. Nunca imaginé que la vida como esposo y padre me llevaría tan constantemente al final de mis fuerzas. Nunca imaginé que el Señor traería tantas lágrimas a mi vida”.

Luego continuó diciendo: “Sin embargo, nunca imaginé que la vida podría ser tan hermosa, llena de alegría, bendecida y llena de gracia. Mi refugio y salvación están asegurados (ver Salmos 18:2). Porque mío es el Padre de las misericordias y el Dios de toda consolación (ver 2 Corintios 1:3). Dios es verdaderamente fiel.”

Quiero animarte a tener más hambre de la Palabra de Dios en medio del sufrimiento. Debes saber que los planes de Dios están obrando para su gloria y nuestro bien, incluso si no podemos verlo moviéndose en este momento.