La División Generacional de la Iglesia

Gary Wilkerson

Estas son las generaciones que viven hoy y las épocas generales en las que nacieron. ¿En cuál estás tú?

Generación Grandiosa (1901-27)

Generación Silenciosa (1928-45)

Baby Boomers (1946-64)

Generación X (1965-80)

Millennials o Generación Y – (1981-96)

Generación Z o iGen – (1997-2010)

Generación Alfa (Nacidos después de 2010)

Soy un ´boomer´ orgulloso. Llegamos a la mayoría de edad en una era turbulenta y creemos que estamos un poco a la moda. Quiero decir, ¡inventamos el rock and roll y estábamos a cargo cuando Internet se globalizó! De nada.

Dicho esto, tengo malas noticias para mis compañeros boomers. Ahora somos los viejos que estamos cinco puestos detrás de la última generación. Estamos más asociados con la cirugía de cadera que con el Verano del Amor.

Esta es la parte seria: Según una Encuesta de familias estadounidenses de 2018, el grupo de personas de más rápido crecimiento en el horizonte religioso son los "Ningunos", aquellos que marcan “Ninguno” en encuestas que preguntan por su afiliación religiosa. Es una ironía que en nuestra búsqueda por hacer que el evangelio sea más identificable para las nuevas generaciones, lo hayamos hecho sentir fuera de alcance.

No es que la gente no sienta curiosidad ni esté desesperada por Dios. Más bien, es que los niños son criados cada vez más en entornos donde ni siquiera se menciona a Dios. Peor aún, si finalmente llegan a una iglesia, tendrán muchas preguntas, pero se encontrarán con sonrisas y palabreos. Un millennial me dijo recientemente que muchos de sus amigos no sienten que puedan expresar sus preguntas a los creyentes. ¿Por qué? Tal vez sea porque muchos han priorizado la relevancia sobre la fe. Quizás ni siquiera hayan buscado las respuestas ellos mismos.

El libro de C. S. Lewis, “Mero Cristianismo” es una adaptación de una serie de transmisiones de radio que él realizó durante la Segunda Guerra Mundial. Tanto el libro como las retransmisiones causaron sensación porque expresaron las preguntas difíciles. Él conocía bien el tema por su propia y poderosa lucha con las ideas de Dios, el sufrimiento, la salvación y la vida en general.

¿Conocemos nuestro tema, el magnífico mensaje del evangelio? ¿Importa siquiera cuánto sabemos? Ten la seguridad de que es muy importante para la persona que anhela aprender acerca de Jesús. Pedro también lo pensó. En 2 Pedro 1:3-11, él nos insta a seguir revitalizando nuestra fe y a estar dispuestos a compartirla. Lo resume así: “Por lo cual…  procurad hacer firme vuestra vocación y elección” (2 Pedro 1:10).

Palabras sabias, a cualquier edad.