Completamente Dependientes de Él
Dios tomó a la pequeña nación de Israel y los aisló en un desierto. Los estaba colocando en una escuela de pruebas para producir un pueblo que confiaría en él sin importar las circunstancias. Él quería que Israel testificara: “Puedo pasar por cualquier prueba, cualquier dificultad, incluso aquellas que están más allá de mis capacidades. ¿Cómo? Yo sé que mi Dios está conmigo en cada prueba. Él siempre me sacará adelante”.
Considera la declaración de Moisés a Israel: “Y [Dios] te afligió, y te hizo tener hambre… para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre” (Deuteronomio 8:3).
Una de las peores pruebas a las que cualquier ser humano podría someterse está registrada en Job. Perdió a todos sus hijos en un trágico accidente y luego perdió sus posesiones. Finalmente, perdió su salud física. Todas estas cosas sucedieron en tan poco tiempo que fueron absolutamente abrumadoras.
Dios había puesto a Job en este camino, y solo el Señor sabía a dónde lo llevaría eventualmente. Fue un plan tan divinamente orquestado que Dios incluso permitió que Satanás afligiera a Job. Es por eso que Job no podía ver a Dios en nada de eso. “He aquí yo iré al oriente, y no lo hallaré; al occidente, y no lo percibiré; si muestra su poder al norte, yo no lo veré; al sur se esconderá, y no lo veré. Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro” (Job 23:8–10). Aquí hay una declaración increíble, especialmente considerando el contexto en el que Job la habló.
Job estaba diciendo: “Dios sabe todo lo que estoy soportando. Él conoce el camino a través de todo. Mi Señor me está probando ahora mismo. Confío en que me sacará adelante con una fe más fuerte. Saldré con una fe más preciosa que el oro”.
Dios siempre ha querido un pueblo que sea totalmente dependiente de él ante los ojos del mundo. El Señor nos está diciendo: “Orquesté tu prueba. Estoy esperando que llegues al final de toda tu confianza en ti mismo. Te estoy permitiendo experimentar un lugar de impotencia humana, y requerirá un milagro de liberación de mi parte”. Hoy, el Señor todavía está buscando personas que confíen totalmente en él. Él quiere que un mundo incrédulo vea que él obra poderosamente en favor de aquellos que lo aman.