Confianza en el Señor
Josué y Caleb estaban entre los doce espías enviados a espiar la Tierra Prometida. Cuando descubrieron enemigos en la tierra, no derramaron lágrimas ni se lamentaron por las condiciones que habían encontrado. Más bien, se regocijaron después de explorar la tierra y regresaron llenos de esperanza, fe y visión.
¿Conoces a cristianos así? Siempre están alegres. Tú sabes que están pasando por pruebas terribles, pero parecen saber cómo aferrarse a Dios en medio de su situación.
¿Y tú? ¿Siempre estás deprimido, siempre quejándote? Quizás tus problemas personales o situaciones familiares te han poseído y devorado tu alma. Amado, no importa por lo que estés pasando, eres valioso para Dios. Si vienes a Él con un corazón arrepentido y un alma hambrienta, Él te dará su visión y esperanza.
Josué y Caleb tuvieron una revelación de su valor a los ojos de Dios, y sabían que Israel era especial para el Señor. Esa fue la clave de su espíritu victorioso y esperanzado. Josué dijo: “Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel” (Números 14:8). En otras palabras: “Porque él se agrada de nosotros, estamos tan bien como si ya estuviéramos en la tierra”.
Esta es la misma revelación que tuvo David: “Me sacó y me libró, porque se agradó de mí”. Del mismo modo, cada cristiano victorioso hoy tiene esta misma revelación del amoroso Padre celestial. “¡No podemos fallar! Todos nuestros enemigos son presa nuestra, porque somos preciosos para el Señor. Él se deleita en nosotros”.
Permítanme revelarles la gran misericordia de Dios en la predicación de Josué y Caleb. Israel había pasado la noche en rebelión, sumida en la incredulidad, llorando como si Dios los hubiera abandonado, y finalmente nombró a un capitán para que los guiara de regreso a Egipto. Sin embargo, el Señor envió a Josué y Caleb a ellos, quienes le dijeron al pueblo: “No seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis” (Números 14:9).