Seamos sinceros. No nos gusta hablar de cosas como la ira y el juicio. La gente dice: "El Dios iracundo del Antiguo Testamento, ese no es el Dios que yo conozco". Reconciliar a un Dios que imparte juicios severos con nuestro Dios de amor y misericordia se siente mal, pero aquí es donde entramos en lo que podemos llamar una educación más elevada en el conocimiento de Dios.
Los atributos de Dios son como los prismas de un diamante. Cuando se ve desde diferentes puntos de vista, el diamante se revela completamente en muchos aspectos de sí mismo. Sin embargo, sigue siendo una piedra. No cambia. Ciertas industrias dependen de esto; utilizan diamantes y polvo de diamante para pulir y dar forma a otras sustancias porque el diamante es uno de los materiales naturales más duros del mundo. Este es nuestro Dios inmutable. Cada parte, cada faceta, es diferente; sin embargo, todas son necesarias para formar el todo.
A menudo decimos que vivimos en un mundo caído, un mundo que aún no es perfecto y en el que Satanás todavía tiene influencia. Este no es el mundo que Dios quiere. Él anhela que vivamos plenamente en él y dependamos de él. Él nos atrae hacia él con su Palabra y el Espíritu Santo. Debido a que es sabio y omnisciente, a veces utiliza la disciplina y el juicio para llevarnos de regreso a él.
Las personas en el ministerio, los padres y otras personas con autoridad pueden pervertir la Palabra de Dios y enseñar que Dios sólo juzga y disciplina con dureza. Esto trastorna por completo la verdadera totalidad de quién es él. Debemos ver y abrazar todos sus atributos para poder ver verdaderamente su belleza y amor como nuestro Padre celestial.
Pablo dijo: “A fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3:17-19). ¿Servirías a un Dios que posee sólo un poco de conocimiento, un poco de verdad o un poco de justicia? Yo no lo haría. Diluimos su majestad cuando seleccionamos y elegimos los rasgos que nos gustan.
Pídele hoy a Dios que te muestre toda su sencillez, amor, sabiduría, fuerza, verdad, misericordia, poder, gracia y bondad. Es allí donde encontrarás la paz que sobrepasa el entendimiento.