En el Centro de las Dificultades
Al contrario de gran parte de la teología moderna, Dios nunca nos prometió una vida sin pruebas y sufrimiento, sino una vida en la que seríamos purificados y cuidadosamente moldeados a Su imagen. Él nunca tuvo la intención de que nos conformáramos con la vida estrecha de vivir únicamente para nosotros mismos con afectos puestos en las cosas de este mundo, sino que viviéramos con las manos extendidas y el corazón tocado por las debilidades de los demás.
Hay algunas personas que tienen tal aversión a la idea de las dificultades que se cierran de inmediato ante la mera mención de ellas. Si no escuchan un mensaje que los haga felices y les asegure que todo va a estar bien, rápidamente se van en busca de un lugar donde escuchar buenas noticias.
Lo que esto muestra es una falta inherente de entendimiento de los caminos de Dios. En última instancia, las personas se hacen un perjuicio a ellas mismas cuando buscan a Dios de esta manera porque, en realidad, lo que estamos mencionando son buenas nuevas.
En el centro de las dificultades está la misericordia de Dios.
Dios es siempre fiel para fortalecer y preparar estratégicamente a su pueblo para todo lo que tendrá que afrontar. Sin embargo, esto significa que debemos tener cuidado de inclinar nuestros oídos a lo que él está diciendo. Las personas que buscan constantemente un mensaje más agradable finalmente serán excluidas de participar de la fuerza de Dios en los días venideros. El Señor imparte esta fuerza divina a los creyentes que no tienen miedo de oír lo que está hablando el Espíritu Santo y, por lo tanto, son capaces de discernir los tiempos.
En este contexto, los insto a abrir su corazón, a reconocer la naturaleza fugaz de nuestras vidas y a comprender que el Señor está emitiendo un gran llamado de misericordia a su pueblo, si tan sólo oyeran. Sólo entonces podremos vivir de una manera que glorifique a Dios y sea misericordiosa para con los demás, independientemente de las dificultades que podamos enfrentar.
Carter Conlon se unió al equipo pastoral de la Iglesia Times Square en 1994, por invitación del pastor fundador David Wilkerson, y fue nombrado para el cargo de Pastor Principal en 2001. En mayo de 2020, él pasó al cargo de Supervisor General de la Iglesia Times Square Inc.