Créelo o No
Créelo o no,
esa es la pregunta.
¿Jesús realmente caminó sobre el agua?
¿Curó a los leprosos?
¿Levantó a los muertos?
¿Dio vista a los ciegos?
¿Hizo que el viento y las olas obedezcan?
¿Expulsó demonios?
¿Sanó a los lunáticos?
¿Y convirtió el agua en vino?
Para creer todo eso
¡un hombre tendría que creer en los milagros!
Sin embargo, un hombre no puede creer en Cristo en absoluto,
A menos que crea en los milagros
su resurrección
y ascensión.
Él está vivo o muerto,
Y si está vivo
¡esto es un milagro!
Y todo lo que hizo fue milagroso.
Créelo todo.
¡Eso es fe!
Esta fe se menciona a menudo en las Escrituras. Deja que los siguientes versículos te animen en tu caminar de fe.
“Todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23).
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:6-7).
“Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31).
“¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:5).
“Porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible” (Mateo 17:20).
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?’” (Juan 11:25-26).