De la Prisión a la Libertad y Más Allá

Gary Wilkerson

Hace un tiempo hablé con una mujer llamada Holly Dziedzickie. Holly se crió en un hogar cristiano y asistió a la iglesia con sus padres desde temprana edad, pero en su adolescencia se rebeló contra Dios. Se involucró en un estilo de vida de promiscuidad, alcohol y drogas, incluida la venta de metanfetamina. Estaba enojada con Dios porque él consideraba pecaminosas las cosas que ella quería hacer. Durante años estuvo entrando y saliendo de la cárcel. Las drogas la volvieron paranoica y violenta, y finalmente la enviaron a un centro de alta seguridad.

Allí, Holly conoció a una reclusa que había conocido anteriormente. Esta vez, sin embargo, su amiga parecía diferente. “Has cambiado”, dijo Holly. "Estás brillando". Su amiga le dijo que había sido salvada, conducida a Jesús por una viejita del valle de Yuca que solía venir a la prisión y orar por las niñas. Holly comenzó a leer la Biblia, pero ésta no le hablaba. Su amiga dijo: “Necesitas pedirle a Dios que te abra los ojos antes de leerla”, y ella lo hizo. Abrió su Biblia de nuevo, sus ojos se posaron en el capítulo cinco de Romanos.

Este fue el punto de inflexión de Holly. Dios le quitó las anteojeras y ella entendió por primera vez que Satanás la había engañado. Ella no estaba haciendo lo que quería; en lugar de ello, ella era una esclava del pecado. Destacó Romanos 5:8: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Ella le pidió a Dios que la salvara.

Holly cumplió una sentencia reducida y salió de prisión como una persona diferente. Fue a la escuela bíblica, luego viajó a Camboya, donde fundó la Casa de Refugio para Niñas en Nom Pen. Durante más de diez años, Dios ha traído a este refugio a cientos de niñas pobres y jóvenes, niñas de los barrios marginales que han sido abusadas, explotadas, traumatizadas y desechadas por la sociedad.

¿Quién sabía que una pequeña dama del valle de Yuca impactaría a tantos? Una persona, no contenta con sentarse en una cómoda complacencia, entra en el poderoso fluir del Espíritu Santo. Se propaga, prisionero a prisionero, amigo a amigo, y Holly lleva a cabo su gloriosa redención para llevar el amor y la esperanza de Cristo a las mujeres olvidadas de Nom Pen.

Sea lo que sea que Dios te esté llamando en este momento, ¡da un paso hacia ello! Sus planes van mucho más allá de los nuestros y pueden afectar la vida de personas que nunca podríamos imaginar en este momento.