Dios es Capaz de darte Victoria
La pregunta más importante que enfrenta el pueblo de Dios en estos últimos días es: “¿Crees que Dios puede ayudarte? ¿Crees que Él puede hacer todo lo necesario para responder a tus oraciones y satisfacer tus necesidades?”.
Jesús hizo estas mismas preguntas cuando estuvo en la tierra. En Mateo 9, antes de sanar a dos ciegos que le suplicaban misericordia, él probó su fe. “Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos” (Mateo 9:28-30).
Hoy, él nos recuerda que nuestra fe y confianza en él “cambian la marea”. “¿Crees tú que yo puedo dirigirte y guiarte y todavía estoy trabajando en favor tuyo? ¿O albergas pensamientos secretos de que te he abandonado y te he defraudado?”
Dios no está principalmente interesado en que hagamos una gran obra para él. Más bien, quiere que simplemente confiemos en él. Desea una dependencia total de él.
Dios tampoco quiere nuestras posesiones. Él no está detrás de tu casa, tu tierra, tu automóvil o cualquier otra pertenencia mundana. ¡Él quiere tu confianza! Él quiere que estés firmemente establecido en tu confianza en él. Un soldado estadounidense en Alemania me escribió una vez. Me ofreció su colección de monedas porque sentía que era un ídolo en su vida y pensó que deshacerse de ella lo liberaría. Le respondí y le dije: “Dios quiere más que tu colección de monedas. Él quiere tu confianza”.
Seguimos queriendo hacer cosas, renunciar a cosas, sacrificarnos, trabajar y sufrir, cuando todo el tiempo lo que más desea Dios es nuestra obediencia y confianza. Su Palabra es clara en cuanto a que a él no le complacerá nada menos que nuestra fe. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
Dios no te ha abandonado. Tus oraciones han sido escuchadas, y él resolverá las cosas de acuerdo a su perfecta voluntad. ¡Ten fe y resiste!