Dios Está Haciendo Inversiones
Cuando un padre envía a su hija a la universidad, se requiere una gran inversión. Obviamente, ese padre espera que su hija se aplique a los rigores de su educación. ¿Por qué? ¿Espera que ella se gradúe, vuelva a casa, cuelgue su diploma en la pared y luego se quede sentada en casa mirando televisión? ¡No! Ese padre espera que su hija saque provecho de su inversión iniciando una buena carrera.
Del mismo modo, cuando el ejército estadounidense ofrece educación gratuita a un soldado alistado, esos años de educación se consideran una inversión. Al soldado se le dice: “Una vez que hayas recibido educación, tu nación y tu gobierno querrán una cierta cantidad de tu tiempo”. Se espera que ese soldado entrenado sirva en las fuerzas armadas durante varios años para justificar la inversión.
Así es con el Señor y nuestras aflicciones. Todo lo que pasas como cristiano es un ejercicio de entrenamiento detrás del cual Dios tiene un propósito divino. Él no te salvó para que pudieras navegar al paraíso en un crucero de lujo; él te salvó para prepararte para ser útil en su reino. En el momento en que naciste de nuevo, él te inscribió en su escuela de sufrimiento. Cada aflicción y prueba es otra lección en el plan de estudios.
Algunos cristianos están en el jardín de infantes. Sus aflicciones no son difíciles de comprender y sus pruebas son mucho más fáciles de soportar. Otros están en la escuela primaria y rápidamente aprenden que sus exámenes se han vuelto un poco más difíciles de afrontar y de comprender. Otros están en la universidad y sus aflicciones son mucho más graves y difíciles de resolver. Otros más están en la escuela de posgrado con años de duras aflicciones detrás de ellos y muchas pruebas difíciles que se avecinan ante ellos. Sus aflicciones son las más duras de sus vidas y se dan cuenta de que necesitan la fuerza del Espíritu Santo para afrontarlas todas.
Mi punto es que Dios quiere que los veteranos de la guerra espiritual, personas que han pasado por muchas aflicciones, demuestren su fidelidad a la próxima generación. “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.” (Salmos 34:19). Cada aflicción que soportamos es una inversión que el Señor está haciendo en nosotros como sus veteranos.