Dos Tipos de Amor
El Padre tiene dos clases de amor: un amor general por todos los pecadores y un amor especial por todos los que están en su familia. El amor general de Dios por la humanidad puede ser abrazado por cualquiera que acuda a Él arrepentido, pero el corazón de Dios también está lleno de un amor distintivo y excepcional por sus hijos.
Dios siempre ha tenido un pueblo elegido al que ha concedido su gran amor. Israel alguna vez fue el único objeto de este amor especial: “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó... os ha sacado Jehová con mano poderosa...” (Deuteronomio 7:6-8).
Dios dirigió estas palabras a Israel. Sin embargo, si has recibido a Jesús como tu Salvador y Señor, si has sido adoptado en la familia de Dios y él es tu Padre amoroso, ¡tú también debes reconocer lo especial que eres para él!
Eres el destinatario del extraordinario amor de Dios, y aquí están sus palabras para ti: “Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia” (1 Pedro 2:9-10).
Hubo un tiempo en que no eras objeto de su amor especial, ¡pero ahora lo eres! Has sido reconciliado con el Padre y él te ama profundamente ahora mismo, en este mismo momento. En ti ha puesto su amor y en ti se deleita.