El Dios de Toda Consolación
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación” (2 Corintios 1:3-5).
Hace años, cuando estaba pastoreando en un pequeño pueblo de Canadá, conocimos a una joven cristiana que vivía la verdad de este versículo. Ella era una de esas personas que parecían experimentar angustia tras angustia.
Algún tiempo después de que su esposo la dejara a ella y a sus cuatro hijos, su hermosa hija de cuatro años comenzó a enfermar. Resultó que la niña tenía leucemia y la enfermedad le quitó la vida. No puedo comenzar a describir la increíble angustia, el llanto y la profundidad del dolor, que entró en el corazón de esa madre.
Hay momentos en los que tenemos que preguntar: ¿Cuál es el valor de un alma? ¿Vale la pena? ¿Qué precio pagó Dios por un alma? ¡Espero que estés comenzando a ver cuán insensatos somos si vivimos solo para escapar de cada dificultad, como si el evangelio que buscamos fuera de alguna manera solo para hacernos sentir cómodos! Cada prueba que atravesamos es una oportunidad para que el testimonio de Cristo se manifieste en nuestra vida. Aprender a agradecer a Dios por las pruebas es fundamental no solo por nuestro bien sino también por el de quienes nos rodean.
Unos meses más tarde, a otra señora de nuestra comunidad le dijeron que le quedaba poco tiempo de vida. Ella no era cristiana y se apartó de todos, eligiendo vivir en total oscuridad y desesperación. Muchos de nosotros intentamos visitarla y animarla, pero ella se negaba a abrirle la puerta a nadie… hasta que llegó un día. Esta joven madre fue a la casa de la mujer y dijo: “¡Espera! Antes de que cierres la puerta, quiero decirte que recientemente perdí a mi hija por leucemia. Yo entiendo por lo que estás pasando”.
La puerta se abrió y la joven madre terminó no solo guiando a esta mujer a Cristo sino también caminando con ella a través de sus días difíciles hasta que ella se fue a casa para estar con el Señor.
Carter Conlon se unió al equipo pastoral de la Iglesia Times Square en 1994, por invitación del pastor fundador David Wilkerson, y fue nombrado para el cargo de Pastor Principal en 2001. En mayo de 2020, él pasó al cargo de Supervisor General de la Iglesia Times Square Inc.