El Nuevo Hombre

David Wilkerson (1931-2011)

El nuevo pacto de Dios con nosotros se puede resumir en una declaración poderosa: su promesa irrevocable es liberar a su pueblo del dominio del pecado mediante el poder del Espíritu Santo.

Este Nuevo Pacto elimina todos nuestros insignificantes esfuerzos por agradar a Dios a través de nuestra carne. Es el fin de todos nuestros esfuerzos por vencer el pecado a través de la determinación, la fuerza, el razonamiento o cualquier otra obra de la carne. En resumen, el Nuevo Pacto de Dios nos quita la presión y la pone toda sobre Él.

Mediante este pacto, el Señor dice: “Les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios” (Ezequiel 11:19-20).

En términos sencillos, el Nuevo Pacto es el fin del hombre que dice: “Puedo hacerlo todo con mis propias fuerzas. Si dedico suficiente tiempo a la oración y al estudio de la Biblia y pienso en mis problemas, podré hacer cambios en mi vida”.

El Nuevo Pacto de Dios dice adiós a este viejo hombre “que puede hacer” y presenta al “hombre nuevo”, que dice: “No puedo hacer nada con mis propias fuerzas, pero puedo hacer todo a través del poder del Espíritu Santo”.

Una de las cosas más importantes que he aprendido de mi estudio del Nuevo Pacto es que es el secreto para tener una vida victoriosa en los últimos días. A medida que se acerca el momento del regreso de Cristo, el diablo va a desatar poderes demoníacos salvajes contra el pueblo de Dios, como el mundo nunca ha visto.

Ya vemos que esto está sucediendo dentro de los muros de la iglesia. Satanás se ha infiltrado en la casa de Dios con mentiras sutiles, doctrinas falsas y enseñanzas demoníacas. Lamentablemente, los cristianos sin discernimiento se lo están tragando. Multitudes de engaños y herejías se arremolinan en la iglesia. ¿Cómo podrán los creyentes mantenerse firmes en tiempos como estos?

El Señor nos responde prometiendo que se ocupará él mismo del problema. Nos asegura: “No tengan miedo. Yo tomaré este asunto en mis propias manos y los fortaleceré contra todo ataque enemigo a través de mi Nuevo Pacto con ustedes”.