“Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley. Cercano estás tú, oh Jehová, y todos tus mandamientos son verdad” (Salmos 119:150-151). En estos versículos, David está diciendo: “Dios, si mis enemigos se acercan tanto para destruirme, tú estás más cerca aún en mi tiempo de necesidad”.
Dios está más dispuesto a cumplir las promesas que te hizo, que el diablo a arruinarte. De hecho, no importa cuán cerca esté el enemigo de ti, el Señor está mucho más cerca.
La palabra hebrea para “cerca” en el Salmo 119 connota defensa. Significa que Dios está cerca para defender. Dios dice que está especialmente cerca para proteger a los abatidos y a los quebrantados de corazón: “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados” (Isaías 57:15).
¿Eres hijo de Dios? ¿Vive el Señor Jesús en ti? Dios dice que está cerca de ti en tu angustia. Esta es su promesa para ti: “No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador… Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo…” (Isaías 43:1-5).
David también dijo: “Me tomaste de la mano derecha” (Salmos 73:23). Dios estaba cerca de David, caminando con él, de la mano, en sus problemas. David estaba confiado en medio de sus enemigos porque estaba agarrado de la mano de su Padre. Además, David dijo que Dios le hablaba, dándole consejo y guía: “Me has guiado según tu consejo” (Salmos 73:24).
No importa cuán cerca parezca estar el enemigo, el Señor está cerca y está listo para ser tu escudo y protegerte con su mano poderosa.