Escuchando y Conociendo su Voz
Pedro nos advierte a los creyentes que vivimos en los últimos días que Satanás vendrá a ellos en voz alta, tratando de infundir miedo. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).
Este es mi punto: si Satanás está dando a conocer su voz en estos últimos días, mostrando su poder a un mundo lleno de gente perdida, ¿cuánto más importante es para el pueblo de Dios conocer la voz de su padre celestial? ¿Crees que el Señor se sentaría mientras Satanás ruge al mundo y aun así permanecería en silencio? ¡Nunca! Isaías dijo: “Y Jehová les hará oír su potente voz” (Isaías 30:30).
Desde los tiempos de Adán y Eva, Dios ha estado hablando al hombre. “Y oyeron la voz de Jehová Dios” (Génesis 3:8). Adán dijo: “Oí tu voz en el huerto” (Génesis 3:10).
Desde Génesis hasta el final del Nuevo Testamento, Dios dio a conocer su voz a su pueblo. En los libros de los profetas, vemos la frase “Y Dios dijo. . .” repetida una y otra vez. A través de profetas como Isaías, Jeremías y Joel, la voz de Dios fue conocida y comprendida.
Jesús confirmó esto en el Nuevo Testamento, usando el ejemplo del buen pastor. “A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. (Juan 10:3-4).
Adán se escondió de la voz de Dios debido a la culpa y la vergüenza de su pecado. ¡Ahí es exactamente donde se encuentra hoy muchos del pueblo de Dios, escondidos y temerosos de escuchar a Dios hablar! Si quieres escuchar la voz de Dios, debes estar listo para que tu alma sea purgada y limpiada. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).