Poco después de que mi hijo mayor se fuera al campo de entrenamiento para convertirse en infante de marina, comenzó a enviarme cartas bastante desesperadas. Incluso se acercó a los pesos pesados, pidiéndome que por favor hiciera que el pastor David Wilkerson y otros oraran por él.
Fue fácil para mí empatizar con su desesperación una vez que fui a Carolina del Norte y obtuve un recorrido por lo que estos hombres y mujeres jóvenes debían experimentar. Las fuerzas armadas de nuestro país tienen procedimientos diseñados para convertir a hombres y mujeres jóvenes en soldados. Estas pruebas y desafíos son tan severos que son casi imposibles de soportar. Estos jóvenes entran creyendo que tienen el mundo dominado, pero al poco tiempo del proceso se dan cuenta de que su perspectiva no es cierta en absoluto.
A menudo, al principio no se dan cuenta de que todas estas dificultades son necesarias para prepararlos para ser soldados. Están siendo entrenados para ser obedientes y recibir órdenes; están desarrollando la resistencia que les permitirá enfrentarse a adversidades insuperables. Se les está enseñando acerca de la unidad y la perseverancia; el miedo está siendo expulsado de sus corazones.
Como su Iglesia, Dios desea el mismo resultado final para nosotros. Sin embargo, requiere que nos sometamos a un entrenamiento intenso. A todos nos gustaría entrar en el reino de Dios, escuchar al Señor, ser llenos del Espíritu Santo y luego avanzar sin obstáculos mientras empuñamos la espada del Espíritu. Sin embargo, ese tipo de logros fáciles nunca nos prepararán para una verdadera batalla espiritual.
El Salmo 105:19 dice: “…la palabra del Señor lo probó”. Otro significado de la palabra “probó” es “ser apto para la batalla”. Cuando nos encontremos en un viaje largo o en una lucha intensa, será fácil que nos desanimemos en el camino.
Por eso debemos recordar que el Señor nos está preparando para la batalla que tenemos por delante. Así como los hombres y las mujeres son entrenados para la batalla una vez que se unen a las fuerzas armadas, hay un proceso por el que el Señor debe llevar a su pueblo a fin de prepararlos para la guerra espiritual en la que se encuentran, ya sea a sabiendas o sin saberlo. Con esto en mente, obtenemos una mejor perspectiva de las pruebas por las que podemos estar pasando. Son para nuestro beneficio.
Carter Conlon se unió al equipo pastoral de la Iglesia Times Square en 1994, por invitación del pastor fundador David Wilkerson, y fue nombrado para el cargo de Pastor Principal en 2001. En mayo de 2020, él pasó al cargo de Supervisor General de la Iglesia Times Square Inc.