El Poder Protector de Dios
Isaías usa la imagen de las aves para ilustrar el poder protector de Dios sobre su pueblo. “Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando” (Isaías 31:5). El significado hebreo de este versículo es: “Como las gallinas revolotean sobre sus polluelos, así Jehová, Dios de los ejércitos, extenderá sus alas sobre Jerusalén”.
Dios le dijo a Israel: “Si quieren estar protegidos del ataque del enemigo, escóndanse bajo mis alas. Yo los protegeré y los cubriré como una gallina a sus polluelos. Ya no tendrán que vivir con miedo de sus enemigos”.
¿Estás en medio de una gran guerra en este momento? ¿Estás enfrentando a un enemigo que es demasiado poderoso para ti? Si es así, ¿cómo esperas permanecer puro, fiel y semejante a Cristo mientras otros a tu alrededor están cayendo? ¿Cómo obtendrás la victoria sobre tus lujurias y tentaciones cuando Satanás venga contra ti como un león rugiente?
Dios simplemente te pide que dejes tu espada y confíes en que Él tomará la suya en tu nombre. Él quiere que llegues al punto en que digas: “Señor, sé que la batalla ya no es mía. He fallado tantas veces. Ahora, vengo a ti con fe sencilla. Ayúdame, Dios”.
El Señor te insta a aferrarte a Él en medio de tu batalla. Tu victoria es una cuestión de fe en su poder y en su voluntad de liberarte. Cuando el enemigo te haya vencido, acércate a Él y derrama tu alma. Busca al Señor con todo tu corazón, y Él irá a la batalla por ti.
¡La batalla nunca es nuestra, siempre es del Señor!
“Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día” (Salmos 91:4-5).