Haciendo Uso de las Emociones para el Bien o para el Mal
Fuimos creados para ser seres emocionales. No fuimos creados solo con un cerebro. Fuimos hechos para tener emociones completas. Todo lo que tenemos que es creado por Dios es, o más bien era, inherentemente bueno. Así que nuestras emociones fueron puestas en nosotros por Dios, pero han sido corrompidas de alguna manera por la caída.
Parte del desafío es descubrir cuándo nuestros sentimientos son pecaminosos y cuándo no lo son. Con algunos sentimientos es tentador decir: "Oh, todo este tipo de emoción es mala". Un ejemplo serían los celos. Los vemos y pensamos: “Nunca seas celoso”, pero Dios lo es. Dios le dijo al pueblo de Israel: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:4-6).
Tú sabes, si un hombre no es celoso de alguna manera por su esposa, eso es un problema. Si pasa demasiado tiempo con otro hombre y empieza a relacionarse de forma inapropiada, el marido debería estar celoso. Él debe entrar y corregir esa situación injusta. Entonces, nuestras emociones pueden provenir de un lugar piadoso, pero pueden estar infectadas por el pecado o ser utilizadas por el enemigo.
Hay un momento adecuado para nuestras emociones. Se nos dice que hay “tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar” (Eclesiastés 3:4). La Biblia también nos enseña cómo procesar nuestros sentimientos cuando dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
¿Cómo entro en los atrios de Dios con alabanza, santidad y honestidad en mis emociones? Debemos pedirle al Espíritu que nos guíe y nos dé sabiduría para que nuestras emociones glorifiquen a Dios.