“El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído” (Salmos 10:17).
En este versículo, David describe un plan sencillo de tres pasos para conocer la mente y la voluntad del Señor para tu vida.
1. Pedírselo (orar)
2. Preparar tu corazón para escuchar su voz
3. Él te hará saber (el Espíritu Santo te hablará)
Muy pronto, Dios derramará la mayor medida de su Espíritu que el mundo jamás haya visto. La convicción del Espíritu Santo vendrá sobre sus vecinos, compañeros de trabajo y familiares inconversos. Gente en todas partes estará sufriendo. Se alejarán de sus iglesias muertas y buscarán desesperadamente a alguien que conozca a Dios.
Dios utilizará siervos comunes y corrientes para su obra de ministerio de pueblo a pueblo, en los últimos tiempos. ¿Estás preparando tu corazón ahora mismo para que se haga su obra, tanto en ti como a través de ti?
Te insto a orar fervientemente y sumergirte en la Palabra de Dios todos los días. Hay un poder revolucionario en la preparación de tu corazón. Es a través de esta preparación que encontrarás significado y satisfacción en tu vida. Tus sentimientos y temperamento cambiarán y se liberará poder en ti. Cuando Dios vea que estás listo, te traerá muchas oportunidades para hacer su obra. Ni siquiera tendrás que salir de tu casa; ¡Dios traerá las necesidades directamente a tu puerta!
El Dios poderoso al que servimos está preparando a su pueblo para su obra más grande. “Jehová saldrá como gigante, y como hombre de guerra despertará celo; gritará, voceará, se esforzará sobre sus enemigos.” (Isaías 42:13). ¡Prepara tu corazón para encontrarlo! Conviértete en un siervo listo, equipado y preparado para su derramamiento final, y su gloria cobrará vida en ti.