La Importancia de un Buen Dios
Dios no mira lo que es correcto y luego trata de hacerlo. La justicia no es algo que Dios intenta; es algo que él es. Por su soberanía, él existe como un ser justo. Él no está tratando de ser poderoso; el es poder. Él no solo tiene una enorme riqueza de hechos y conocimientos; él es conocimiento. Proverbios habla de esto: Dios no solo tiene pensamientos sabios; él es sabiduría.
¿Por qué importa esto? ¿Por qué debería importarnos si Dios hace cosas buenas o él es todo lo que es bueno? Importa porque si Dios es todo lo que es bueno en lugar de simplemente hacer el bien, entonces no podemos tener nada bueno sin Dios.
Si hay amor en la tierra es porque Dios es amor. Él está demostrando eso a través de su gracia. Hay gracia en la tierra gracias a él. Hay justicia en la tierra porque Dios es justo. Es más, si Dios no está en el cielo, todos los atributos de él: gozo, amor, paz, rectitud, sabiduría, justicia, tampoco están en el cielo. Quita a Dios, y tanto el cielo como la tierra se convertirán en infierno.
Jonathan Edwards dijo en un sermón: “La razón principal por la cual el hombre piadoso tiene su corazón hacia el cielo es porque Dios está allí; ese es el palacio del Altísimo. Es el lugar donde Dios está gloriosamente presente, donde su amor se manifiesta gloriosamente, donde los piadosos pueden estar con él. Si Dios y Cristo no estuvieran en el cielo, él no lo buscaría con tanto fervor, ni pasaría por tantos dolores en un viaje laborioso a través de este desierto, ni la consideración de que irá al cielo cuando muera, sería un consuelo para él ante dificultades y aflicciones”.
La Biblia dice que si reconocemos esta verdad de que no tenemos nada bueno fuera de Dios, él nos mostrará “… la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11).
No importa por lo que estemos pasando en la vida, tenemos el consuelo de saber que Dios es bueno y que la bondad nunca fluctuará. Esas son buenas noticias tanto en los tiempos fáciles como en los períodos más difíciles de la vida.