La Misma Fe
Jesús dijo: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32). ¿Dios quiere darme un reino? ¿Dónde está?
“El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17:20-21). Es algo que tú posees en tu hombre interior. ¡Es una vida liberada!
La Escritura también dice: “Queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:9-10).
Tal vez te preguntes: “¿Qué significa entrar en este reposo prometido? ¿Cómo debería verse esto en mi vida?” Oro para que Dios quite las escamas de nuestros ojos y nos permita captar esto. En pocas palabras, entrar en su reposo prometido significa confiar plenamente en que Cristo ha hecho toda la obra de salvación por ti. Debes reposar en su gracia salvadora solo por fe.
Esto es lo que Jesús quiere decir cuando exhorta: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Significa el fin de todos tus esfuerzos carnales, todos tus esfuerzos humanos para obtener la paz. Significa confiar totalmente en la obra de Jesús por ti.
Nuestra batalla no es contra sangre y carne. Se lleva a cabo en el ámbito espiritual. El Antiguo Testamento deja esto muy claro. Vez tras vez, Israel hizo promesas vacías e inútiles a Dios. “Queremos servirte, Señor. Haremos lo que nos ordenes. La historia demuestra que no tenían ni el corazón ni la capacidad para cumplir su palabra. Dios tuvo que despojarlos de toda fe en sí mismos. Todo lo que necesitamos debe venir de la presencia de nuestro precioso Señor.
Pablo declara: “En él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28). Esto habla de comunión ininterrumpida. A través de la victoria de la cruz, nuestro Señor se ha hecho disponible para nosotros cada hora del día o de la noche. Tenemos que tomar una decisión. “Quiero a Cristo en mi vida. Quiero ser libre de toda carne. Voy a avanzar hacia su presencia y tomar mi posesión. Quiero que Jesús sea mi única fuente de satisfacción”.