La Presencia de Paz y Gozo
La Biblia afirma que una esposa e hijos son un regalo del Señor. “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol (Eclesiastés 9:9) y: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” (Salmos 127:3).
Sin embargo, antes de ir más lejos en esa línea de pensamiento, admite que si eres padre de un adolescente en medio de una crisis existencial donde todo se pone en tela de juicio, es posible que te hayas preguntado si ese “regalo” era canjeable o al menos reembolsable.
Ármate de valor. La adolescencia, como tormentas eléctricas, eventualmente pasa.
En serio, sin embargo, me gustaría que echaras mano de una verdad sumamente importante para tu familia que podría cambiar tu presente y tu futuro. Los hijos no solo son un regalo del Señor, sino que los padres están llamados a ser un regalo del Señor para sus hijos. Déjame compartir contigo un consejo práctico de Eclesiastés y los Salmos para tu vida diaria.
Disfruta de la mujer que amas. Señores, el regalo más increíble que pueden darle a sus hijos cada día es amar a su mamá. Dales el regalo de verte gozar y reír con su madre. Sé un regalo de gozo para tus hijos amando a tu mujer. Amar a tu esposa es también hacer un compromiso ante Dios de no discutir delante de tus hijos. Siempre habrá fuentes de frustración y conflicto, pero toma la decisión de hablar de ello más tarde, uno a uno, cuando los niños no estén.
Somos humanos, y todos hemos fallado en hacer esto antes. Sin embargo, los animo a renovar este pacto y a dedicarse a esta oración: “Señor, pon guarda en mi boca y ayúdame con mi discurso a mi novia. Que mis hijos no me escuchen agredir verbalmente o denigrar a su madre. Al contrario, que me oigan y me vean honrándola, amándola, apreciándola, valorándola y dándole cariño”.
Con esta decisión de mantener la paz, nuestra presencia se convierte en un regalo invaluable del Señor para nuestros hijos. Seamos regalos de perdón, paciencia y paz para nuestras familias. El modelo de nuestro comportamiento será el mensaje más impactante en sus vidas.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.