Levanta Tus Manos y Adora
Satanás resistirá a todo adorador verdadero que se acerque a Dios. “Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle” (Zacarías 3:1)
Santiago instruyó a los creyentes: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios…” (Santiago 4:7-8). Santiago presupone que cuando te acercas a Dios, vas a ser atacado por el enemigo, por eso advirtió: “Primero, lucha contra Satanás; ¡Pon toda tu resistencia porque cuando adoras con toda tu mente y alma, él se opondrá y te distraerá!
La principal obra de Satanás es obstaculizar la oración y corromper la adoración pura, especialmente en aquellos que toman en serio el seguir de Jesús.
Cada vez que el Espíritu Santo se mueve en la Iglesia Times Square, cuando todas las mentes están enfocadas en el Señor y él está recibiendo adoración pura, Satanás usa todo lo que está a su alcance para tratar de perturbarlo. Una vez, un hombre se levantó en medio de nuestro servicio, salió, tomó un bote de basura y lo estrelló contra la ventana de un auto. Después de eso, regresó tranquilamente a la iglesia y se sentó. La policía tuvo que entrar en la congregación y sacar al hombre.
Estas distracciones ocurren todo el tiempo. Los habitantes de la calle endemoniados toman asiento y se quedan dormidos. Sin embargo, cuando comienza nuestra adoración y el Señor comienza a recibir nuestras alabanzas, el diablo despierta a estas personas y comienzan a hacer escándalo.
¡Satanás hará cualquier cosa para perturbar la adoración porque le teme! Él disparará dardos sutiles a tu mente sobre todo tipo de asuntos pendientes, repitiendo cada problema, cada preocupación, cada fracaso de la semana pasada.
Satanás quiere que seas un creyente desesperado y derrotado, tan envuelto en tus problemas, tan distraído por las preocupaciones de la vida, que no puedas adorar a Dios con todo tu corazón y toda tu mente. ¿Estás arrepentido y lleno de tristeza según Dios? ¿Has corrido a Jesús para que te limpie? Si es así, resiste las mentiras del diablo. ¡Levanta tus manos y adora a tu Salvador!