Llamando a la Iglesia a la Acción
El Espíritu Santo está llamando a la iglesia a la acción y debemos saber qué tipo de fe emplear o qué acción tomar. Si empiezas a agitar una espada, a agitar las cosas por tu cuenta y a decir: “Yo me ocuparé de este lío”, lastimarás a los demás y a ti mismo.
Quizás pienses que deberías simplemente orar por un tema, pero Dios dice: “No, este es el momento para que te levantes y actúes”. Por otro lado, Dios puede decir: “Confíen en mí ahora mismo. Quédense quietos y vean la salvación del Señor”.
La gente me pregunta todo el tiempo cómo pueden alcanzar el discernimiento o cómo pueden saber qué hacer en una situación. Quieren tener el tipo de fe que genera acción.
Bueno, no existe un curso de diez semanas sobre qué hacer en cada situación de tu vida, y no puedes llamar a un consejero todos los días y decirle: "Tengo que tomar una decisión y quiero saber qué hacer". Tienes que conocer a Jesús y obtendrás discernimiento sólo si pasas tiempo en su presencia.
Si nunca hubieras corrido antes y hoy te dijera que salieras y corrieras un maratón, recorrerías unas dos millas y luego caerías. Por otro lado, si comenzaras a entrenar para correr una milla, luego dos millas y luego tres, eventualmente serías capaz de correr ese tipo de carrera.
De la misma manera, debemos entrenarnos para la rectitud. Quizás te sientas muy esforzado, pero comienza a dejarte entrenar escuchando la Palabra de Dios. Si obedeces en las cosas pequeñas, él te dará cada vez más sabiduría y fuerza. En poco tiempo sabrás cuándo es el momento de decir: “Dios, tú tienes el control. Esto está fuera de mis manos”. Sabrás cuándo es el momento de orar. Sabrás que es hora de levantarte y hacer lo que Él te ha llamado a hacer.