Llenos de Esperanza, Gozo y Paz

David Wilkerson (1931-2011)

Si quieres que la paz de Dios reine en tu vida, tienes que dejar de hacer varias cosas que he visto muchas veces en los creyentes.

·      Debes dejar de intentar descubrir cómo Dios resolverá todo.

·      Debes dejar de preocuparte y de inquietarte. “Por nada estéis afanosos...” (Filipenses 4:6).

·      Debes dejar de decirle a Dios lo que crees que es correcto para ti.

·      Sobre todo, debes dejar de pensar que eres un fracaso. ¡Deja de pensar que no agradas a Dios!

Una de las trampas más efectivas de Satanás para robar la paz a los cristianos es convencerlos de que deben esforzarse en la carne para agradar a Dios. Me dice esto todo el tiempo. A veces, cuando necesito un lugar tranquilo para orar, me subo a mi auto y conduzco hasta un lugar apartado. Puedo alabar al Señor y disfrutar de su presencia mientras contemplo los verdes campos y bosques.

En estos momentos, sin embargo, a veces me golpea el pensamiento de que no estoy haciendo nada por el Señor. Oro: “Señor, simplemente no estoy logrando mucho para tu reino. Todo lo que hago es orar, recibir mensajes para sermones, ir a la iglesia y predicar. ¡El mundo entero se irá al infierno y yo no haré nada por ti!

¿Alguna vez te han asaltado pensamientos así? Haces todo lo que puedes para agradar al Señor, pero no te sientes santo. Yo casi nunca me siento santo. Eso es cierto incluso en mis mejores momentos, incluso cuando predico bajo la unción del Espíritu.

Tú dices: “¿Tú, hermano David? ¿A veces sientes que no estás haciendo mucho por Dios?” ¡Sí! El diablo entra y nos hace sentir a todos indignos, insatisfechos. Perdemos la paz al entregarnos a estos horribles sentimientos.

Escucha la oración de Pablo por nosotros: “Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13). Confía en la bondad de Dios. Cree en su amor y misericordia. No lo acuses de estar enojado o molesto contigo o de no hablarte. ¡Deja que su paz gobierne en tu corazón y en toda tu vida!